Overblog
Seguir este blog Administration + Create my blog
24 octubre 2014 5 24 /10 /octubre /2014 13:59
The equalitzer (El protector)

Versión cinematográfica, previsible y violenta de una serie de los 80 de la televisión que se llamó "El justiciero". Nuestro buen Denzel Washington se convierte por obra y gracia de Fuqua (que le dirigió también en "Training Day") en un hombre de paz, viudo, ex agente de la CIA que ahora trabaja en una empresa de construcción, ayuda a sus amigos y soporta su soledad leyendo los cien libros que debes haber leído antes de morir. Ese hombre modélico se enfrenta a un caso de violencia de unos mafiosos rusos con una joven prostituta del este. A partir de ese momento el hombre de paz se convierte en un samurái letal que va eliminando a los malos conforme aparecen e imparte una individual lección de justicia al margen de la ley. Más o menos la singladura que últimamente sigue con resultados seguramente provechosos otro gran actor, Liam Neeson.

Aquí ha de enfrentarse al símbolo opuesto que encarna Denzel, un Marton Csokas tan eficaz y violento como él. El héroe anónimo y su sombra, el asesino implacable. Hacen lo mismo pero desde los dos extremos de la línea moral, por lo que simplemente son las dos caras una misma moneda. La historia es algo larga, extremadamente descarnada y lógicamente previsible y reiterativa, pero está montada con eficacia cinematográfica y se la visiona con interés, sabiendo que al final su recuerdo se unirá de forma indisoluble con muchas otras narraciones semejantes.

Compartir este post
Repost0
24 octubre 2014 5 24 /10 /octubre /2014 09:38
Una madre

Excelente novela de un nuevo talento literario español, del que no había oído hablar quizá por ser uno más de los ahogados en la turbamulta de novedades. Edita Siruela y lo he leído por expresa recomendación de mi librero preferido, Octavi Serret. Ha sido una lectura feliz, no sólo porque siempre me congratulo cuando conozco a un posible futuro valor de la literatura española sino porque la novela es deliciosa.

Asistimos a una mecánica argumental que debe mucho a obras como la teatral "Agosto" de Tracy Letts que se llevó el Pullitzer en 2008 y se ha representado en todas partes sin olvidar la magnifica película que Hollywood, siempre atenta a lo que da dinero, se apresuró a poner en las pantallas (2013). Mucho más dulce en la tipología de los personajes que la obra de Letts, cambiando suicidios por accidentes (pérdidas en todo caso) y alcoholismos o drogadicciones varias por divertidas sesiones de surrealismos verbales (como los que nos depara la impagable madre del título), la novela circula por territorios de tensiones domésticas entre la madre (Amalia), el hermano de la madre y los tres hermanos (Fer, Emma y Silvia), un homosexual, una lesbiana y una joven histérica a causa de la madre y del trabajo, con las parejas ausentes de los tres hermanos (y la pareja actual de la lesbiana).

Historia de vuelo mínimo, doméstica pero no banal, muy bien narrada, con una ironía y un desparpajo coloquial muy de nuestro tiempo, "Una madre" te acaba seduciendo con su gracia, sus cinco personajes básicos (el padre de familia es sólo un símbolo negativo que transita por toda la novela como una sombra nefasta) y el planteamiento, el nudo y los desenlaces de todos los pequeños misterios que se van planteando en la voz del narrador, Fernando, el hijo, lleno de ironía sutil y humor, con un punto de causticidad y bastante sal de categoría humana. Quizá se le vaya un poco la mano en las páginas finales donde vamos llegando al culmen de esa noche de fin de año en la que van a resolverse algunos, no todos, de los conflictos anunciados durante la narración por ese testigo privilegiado, dolido, comprensivo y modesto que es el narrador. El tempò de la novela se circunscribe a la noche de fin de año con oportunos y amplios "flash back" que acalarn y al tiempo perfilan la trama.

Mantener la tensión narrativa y conseguir que la figura omnipresente de la madre no acabe resultado cargante con sus meteduras de pata y sus confusiones, exige una cierta eficacia descriptiva y un buen pulso para dosificar los efectos cómicos. Alejandro Palomas lo consigue bastante bien, a pesar de algunos momentos y e intervenciones de los personajes, como hemos dicho, de una comicidad abusiva e innecesaria.

Buena novela, pues, que merece una lectura atenta y proporciona momentos de emoción, algunas carcajadas y muchas sonrisas de comprensión y reconocimiento, pues ¿quien no tiene un familiar que parece calcado de alguno de los que nos ofrece esta novela?

FICHA

UNA MADRE.-Alejandro Palomas.-Ed. Siruela. 242 págs.



Compartir este post
Repost0
23 octubre 2014 4 23 /10 /octubre /2014 07:37
Autómata

Bienintencionado intento realizado por Gabe Ibáñez con el dinero de Banderas que también es el protagonista y aporta una nueva imagen del célebre actor que aquí cumple bastante bien excepto en algunas secuencias donde seguramente sobreactúa y, falto de un director veterano y hábil da mas bien un poco de pena (la secuencia de la borrachera es lamentable). "Autómata" es una película fallida, casi tanto como aquella "Eva" que partía de una excelente idea y se despeinaba argumentalmente al final. Aquí la idea es más antigua que los cuentos de Asimov y además regurgita imágenes que ya forman parte del ideario básico del aficionado a la Scify : desde las secuencias iniciales de "Blade Runner" hasta la imaginería del "Yo Robot", "Terminator 2" "A.I" y hasta "Walle-e", pero sin el encanto profundo de las originales. La ideología es confusa, los personajes se caen y todo acaba como un western de Sergio leone, con momentos absurdos y un final abierto que no promete nada. En realidad son dos películas distintas en casi todo pese a ser los mismos protagonistas, la parte urbana tiene su cierto interés y la del desierto acaba como el rosario de la aurora. Incluido el sorprendente bicho que deberá eternizar a los robots sobre una tierra infectada de radioactividad. En fin, tampoco haremos leña del árbol caído. La fotografía es excelente, el diseño artístico no está mal, la música entra bien, pero, señor, la trama es de película de super-8.

Compartir este post
Repost0
22 octubre 2014 3 22 /10 /octubre /2014 07:29
Siete esposas para un marido

Deliciosa comedia británica de los años 50 con un Rex Harrison en la plenitud de su señorial atractivo. Se trata de un donjuán episódico que trata la poligamia como un deporte. Con numerosas incoherencias y oscuridades en el guión, todo queda supeditado a una historia amable sobre un caballerete seductor que va seduciendo y casandose con siete mujeres, logrando que todas ellas le amen y estén dispuestas en cualquier momento a volver con él. Supeditado el excesivo guión a la presencia del actor y su encanto, y a los de las damas en cuestión. Una especie de las "Siete mujeres de Barba Azul", la comedia americana con un impecable Gary Cooper en sus juventudes. Esta la,dirige Sidney Gilliat que firma también el guión, y con secundarios de lujo como Cecil Roberts y Raymond Huntley. La historia de la amnesia que convierte a un granuja en un hermano de la caridad cristiana y la moralidad protestante tienen sus momentos divertidos y en realidad el espectador se lo pasa muy bien con las expresiones del sutil e inteligente gran actor. Comedia para pasar el rato, bastante cerca de las que en toda esa década haría felices a todos bajo el sello de Ealing Studios, la factoría de las mejores comedias de los 40 a los 60.

Compartir este post
Repost0
21 octubre 2014 2 21 /10 /octubre /2014 19:17
Era el comandante Callicut

Divertido westenr de los años 50 dirigido por Felix E. Feist que logra incluso hacer simpático al acartonado Randolph Scott, especialista en el género.Tres hombres llegan a la recién nacida ciudad de Los Ángeles --deliciosa la recreación -en estudio- de lo que bien pudo ser el comienzo de la gran ciudad-- con la intención de ganarse las habichuelas de la mejor manera posible, y la más rápida. Cosa no muy difícil en una ciudad en expansión llena de granujas y donde además se juega un intento político de separar el naciente estado de California de la Unión y convertirlo en un estado del Sur esclavista.. Lo cierto es que a pesar de las ingenuidades del guión la cosa es divertida y merece un nostálgico visionado. La secuencia del colega de Randolph tratado de estafar a la clientela de un salón levantando un peso inmenso es de película de Buster Keaton. Un ritmo trepìdante, unos personajes de manual (divertido) del género y un guión a veces delirante suman una película divertida a la que no le puedes pedir más que el relleno de uno de aquellos programas dobles que enriquecieron la vida de muchos que peinan canas. Y ver al bueno cara-de-palo de Randolph haciendo de supuesto profesor de niños es casi surrealista.

Compartir este post
Repost0
21 octubre 2014 2 21 /10 /octubre /2014 07:56
La vida sin armadura

Autobiografía del escritor y dramaturgo británico Alan Sillitoe (1928-2000), un autor prolífico de niñez y juventud difíciles, que llegó a escribir más de 50 obras entre poesçía, relatos y teatro y 25 novelas, algunas tan representativas como "Sábado por la noche, domingo por la mañana" o "La soledad del corredor de fondo", ambas llevadas con memorable éxito al cine.

Felicito a "Impedimenta" por haber rescatado esta obra magnífica del autor inglés, que ya estaba descatalogada y prácticamente olvidada. He disfrutado leyendo esta irónica y bastante sincera narración de la vida de Sillitoe escrita por él mismo. Enternece la lucidez y llaneza con la que enfoca su infancia, la presencia de un padre objetable en casi todo, la juventud cuando "la máquina formada por cuerpo y alma funcionaba en un perfecto equilibrio de optimismo y generaba una autosatisfacción en todo cuanto no tuviera que ver con el trabajo y el conocimiento del mundo que había más allá de este" (pág.117). Difícilmente encuentras a un autor con considerable éxito que no desdeñe o enmascare sus principios y nos ofrezca comentarios tan universalmente válidos y tan sencillos y poco mixtificados. O nos confiesa "estaba fuera de lugar para mi soportar el justificable resentimiento de alguien como mi padre, que al menos tenía el poder para hacer que me sintiera culpable por comprar libros cuando había tan poco para comer en la mesa. Ese fue el único dilema moral que heredaría" (pág.55)

Alan Sillitoe, un autor clave de la generación más brillante de la literatura inglesa de posguerra, nos cuenta su formación como escritor: su pobreza familiar en un barrio humilde de una contaminada y triste ciudad industrial (Nottingham), la evacuación durante la guerra y sus años en el ejército como técnico de comunicaciones, en Malasia, lo que nos brinda magnificas descripciones de su vida de militar, la tuberculosis y su llegada al mundo de la literatura dentro del agresivo movimiento de los Jóvenes Airados; la publicación de sus primeros libros (este se lo dedica al lector de la editorial que aconsejó la publicación de su primera novela) y su notable éxito como autor de una generación que se consideraba dañada por la guerra. Un fascinante retrato de un escritor nacido en la desfavorecida clase social obrera en una época especialmente dura de la historia inglesa.

Me ha parecido especialmente significativo de la clase de persona, honesta y sencilla que era el escritor cuando leo en la pag.316 a punto de acabarse el libro, "Tampoco me sentía parte del movimiento de los "angry Young men" si es que existía, y no se de ningún escritor que lo sintiera, pues la etiqueta era propia de periodistas y otros que querían clasificar a quienes escribían de una manera que ellos no entendían ni se preocupaban por entender, una forma de definir y apaciguar al mismo tiempo".

FICHA

LA VIDA SIN ARMADURA.-Allan Sillitoe.- Traducción de Antonio Lastra. Ed. Impedimenta. 22,70 euros. 327 págs.

Compartir este post
Repost0
20 octubre 2014 1 20 /10 /octubre /2014 07:27
¿Alguien ha visto a mi  chica?

Otra comedia de los cincuenta, en apabullante technicolor y con una pareja juvenil que prometía mucho, Rock Hudson y Piper Laurie (los veríamos de nuevo juntos en "La espada de Damasco" una de las pelis exóticas de aventuras que más me subyugaron en mi infancia), un secundario en papel protagonista, el cómico Charles Coburn y un principiante con un minuto de papel que se llamaba James Dean. Brillante Coburn, uno de aquellos secundarios característicos del Hollywood clásico que siempre cumplían su cometido a la perfección. Dirige Douglas Sirk, que llevaría a Hudson al estrellato con una serie de soberbios melodramas. Aquí dirige con cierto pulso una comedia a la que quizá solo le sobran los escasos y cortos números musicales.

Coburn da vida a un millonario que cuida hasta el último centavo pero que no es feliz y vive como un hipocondriaco entre almohadones y sirvientes. El hombre en su vejez solo recuerda con nostalgia un amor frustrado que vivió de joven, pero al que le debe toda su fortuna, gracias a haber sido rechazado por su enamorada. Decide (esas cosas de las viejas comedias norteamericanas, de un realismo paradójico, detallista en lo banal y fantasioso en lo importante) legar su fortuna a la familia de su frustrado amor, ya fallecida. Pero antes de hacerlo se presenta en el pueblo donde viven y haciéndose pasar por un anciano solitario llamado John Smith, logra convertirse en huésped de la casa familiar y así conoce a la familia a la que quiere beneficiar. Pero las cosas se tuercen. Y tanto que el espectador se divierte un montón a pesar del esquematismo de los personajes y la inocencia casi adolescente del guión. La gracia de algunas secuencias, la chispeante frescura de los diálogos y la inocencia de ciertos planteamientos hace olvidar los defectos de una película clásica que abusa de los clichés y los tópicos pero muestra de manera evidente uno de los elementos básicos de la cultura norteamericana: el amor al dinero.

Compartir este post
Repost0
19 octubre 2014 7 19 /10 /octubre /2014 16:56
Las dos caras de enero

La historia: En 1962 una adinerada pareja norteamericana viaja por Europa. En su visita a Atenas conocen a un guía turístico que, atraído por su estilo de vida, acepta cenar con ellos, quedando sus destinos ligados a partir de ese momento.

Puntos Estrella:

-Patricia Highsmith. La autora de la novela en la que se basa la película. Tiene en su haber la saga de Tom Ripley y Extraños en un tren, que adaptó Hitchcock.

-Viggo Mortensen como gran protagonista de la película consigue darle a su personaje un tono de caballero y/o sinvergüenza, según sea necesario.

-El estilo: ese rollo de americanos en Europa en los años 50/60 viviendo su particular dolce vita siempre resulta muy chic.

-El vestuario: es elegante y sencillo y refleja perfectamente ese cálido calor mediterráneo. Viggo Mortensen y Kirsten Dunst aparecen especialmente atractivos. ¿Por qué no una nominación al Óscar a mejor vestuario?


Puntos Estrellados:

-Kirsten Dunst está correcta, sin más. Pero es que está correcta casi desde que hizo Entrevista con el vampiro. En su carrera tiene una variedad de papeles interesantes pero siempre está correcta, sin más. Para mí es la Leonardo DiCaprio femenina.

-El tercero en discordia, ese guía turístico, interpretado por Oscar Isaac de forma plana tirando a anodina, es la pata coja de ese triángulo. Y ya, cuando se pone su sombrerito cae lo ridículo. Y pensar que es el interesante protagonista de Inside Lewyn Davis de los Coen. Ha sido como Sansón, quedarse sin pelo (al afeitarse) y perder toda su fuerza (fílmica).

-La historia. Comienza bien pero, poco a poco, y como si te montaras con ellos en un autobús al interior de Grecia, te das cuenta de que aquello no va a ninguna parte. Y cuando acaba te dices: umm pues muy bien, ya se ha acabado esta historia, emm a ver si no me caigo bajando las escaleras del cine...y seguirás pensando en tus cosas.

“Las dos caras de Enero” es una película correcta en muchos aspectos, que destaca entre tanto thriller vulgar y de poca monta que habitualmente nos llega, con una modesta pero buena ambientación, con una fotografía que capta exóticos paisajes y que, por fortuna, nunca llega a caer en una promoción turística descarada, buenas interpretaciones de todos los actores y sobre todo, una destacable banda sonora de Alberto Iglesias, con rastro de anteriores trabajos e influencias de Bernard Herrmann. La historia que se nos cuenta es material de Patricia Highsmith y, si no se es muy torpe, con semejante base, ayuda a que el resultado final nos inclinemos más por apoyarla que a desaconsejarla. Y digo esto porque a pesar de todo lo dicho, lo menos destacado es su dirección, que es correcta pero en ocasiones algo inexperta, aunque es un trabajo digno, sin duda, pero en manos más experimentadas, o quizás más retorcidas, hubiera lucido más. Antes dije que la historia era buena, pero su adaptación, aunque mayormente conseguida, falla sobre todo en las escenas íntimas donde los personajes, aún sin mostrar todas sus cartas, hubiera sido necesario una mayor implicación entre ellos, para ser conscientes como espectadores, sobre todo con el personaje femenino, eje central de la historia, insisto, bien llevado por Dunst, de lo que puede llegar a provocar inconscientemente al resto de sus compañeros. Además, aunque la mayoría de la elipsis están bien utilizadas, con el fin de preservar el suspense, las vinculadas al personaje de Colette (Dunst), no benefician ni a la comprensión de su personaje ni a las motivaciones del resto. Es donde la película más se podría resentir pero, vuelvo a lo mismo, su resultado final agrada, o al menos a mí. En cuanto a su factura varios comentarios han señalado que era parecida a, por ejemplo, “El paciente inglés”, con “sabor a cine clásico”. Y en buena medida lo tiene, tanto en atmósfera como en su ritmo, que también se agradece, de hecho el film está dedicado, como se puede ver en los créditos, a Anthony Minghella y Sydney Pollack. Quizás “Las dos caras de enero” no vaya a suponer para muchos nada del otro mundo, pero al menos me resulta placentero ir al cine y que me muestren películas que rescaten un estilo de cine alejado de modas, del tufillo “telefílmico” o de la mera utilización de los últimos efectos digitales, es un cine más adulto y personal sin dejar de ser comercial. Para los tiempos que corren no es poco. Y aunque no sea spoiler he dejado para el final del comentario una anécdota, o no sé cómo calificarla, pero bueno, así que si no la has visto o no quieres que posibles sorpresas que no ocurren en la película te la destripe debes dejar de leer aquí. Pero tal y como se produce el encuentro de los personajes, las miradas de Oscar Isaac, lo que comenta Viggo Mortensen a su pareja, mostrando no sólo interés, si no sentado mostrando paquete al otro personaje… llegué a pensar que empezarían enrollándose entre ellos y que Dunst estaba en la luna sin coscarse de nada. Y no creo que haya sido influencia por haber visto recientemente “El desconocido del lago”, si no por una planificación, al menos en esa escena, algo confusa.

Quién roba a un ladrón, tiene cien años de perdón. Parece un refrán salido de la pluma de Patricia Highsmith, una misántropa escritora llena de turbiedad e inquina que ha retratado como nadie la deshonestidad y los peligros que viven agazapados en la cotidianidad más luminosa y angelical del ser humano. Que las apariencias engañan lo aprendemos a base de traspiés y equivocaciones, pero nadie como ella para reflejar los monstruos e infamias que pueblan el plácido devenir de nuestros semejantes. Y si bien sus novelas parecen pasto fácil para el cine, pocas veces se ha logrado trasladar ese tóxico mundo de dobleces y añagazas con éxito al celuloide. Y ahora nos llega esta clásica historia de engaños, muerte, lujo y embelecos que acierta en casi todo.

Una Grecia colorista, unos protagonistas lozanos y atractivos, una facilidad y cortesía en el trato humano, la sensación de que todo es posible y tenemos derecho a ser felices y gozar de la vida, ningún remoto nubarrón sobre el horizonte… y, sin embargo, basta un nimio percance para transformar el disfrute en angustia y huida, en torbellino de desasosiego y mal fario. El mundo reconocible se encoje y trastoca, todo se vuelve opaco y siniestro, no sabemos a quién acudir ni los intereses soterrados que cada cual alberga. Fugarse parece el único refugio, poner tierra de por medio, evadirse para evitar a la policía y el temor a ser reconocido y apresado. ¿En quién confiar? ¿De quién sospechar? La luz se vuelve temible y las sombras amenazantes.

Hacen falta pocos elementos pero bien dosificados y ensamblados para armar una película de suspense. El exceso lo vuelve todo inverosímil y la carencia deja insatisfecho. Por eso es de alabar la certera combinación de piezas que componen este rompecabezas fatídico que aboca a sus protagonistas a una pérdida constante de la seguridad y la calma y los arrastra hacia el abismo de lo inseguro y falaz. Y para que funcione sin fisuras es imprescindible un reparto atractivo y eficaz, que sepa der el toque necesario de guapura y doblez, que haga desconfiar al espectador sin perder por ello su simpatía. El trío protagonista juega sus bazas con maestría y gusto, ofreciendo todas las gamas necesarias de seducción, traición y desapego que configuran el minucioso baile perverso.

No es una gran película pero sí una buena cinta policiaca, que se ve con agradecido interés y que culmina en un desenlace irrevocable y diestro, que cierra con sagacidad todas las piezas del fatídico laberinto que ha tocado recorrer. Recomendable.

Compartir este post
Repost0
18 octubre 2014 6 18 /10 /octubre /2014 08:05
El último diamante

Yvan Attal encarna al clásico ladrón que tras años entre rejas, no puede rechazar aún estando con la condicional, el típico robo fácil, el golpe perfecto, el definitivo que augura una dulce retirada y que cubrirá a todos de dinero. A estas alturas hasta el cinéfilo menos avanzado sabe que ese plan idílico no existe y que tiene peores consecuencias que el policía que le queda un día para jubilarse y sale de la oficina a patrullar. A este planteamiento típico podríamos sumarle el que nos han dado muchas otras cintas de este género y otros, como es: el estafador que acaba enamorándose de la víctima y la recurrente diatriba de “todo empezó como un engaño pero lo que sentí fue de verdad”. La víctima en este caso, es la siempre bella y elegante, Bérénice Bejo .

¿Ofrece la película algo más que tópicos y una estructura telegrafiada? Algo, pero no mucho más. La mezcla de clichés está bien realizada, su ritmo es bueno y no resulta al 100% predecible y que se pueda anticipar cada escena. La ejecución del plan está bien realizada y resulta interesante, quizá no tanto el juego “amoroso” entre los protagonistas, que aunque tienen buena química en escena, lo pongo entre comillas porque no comparten muchos momentos ante la cámara y da más la sensación de encuentros fortuitos que esa relación pasional que pretenden trasladarnos y que debería justificar (y no lo hace) las reacciones de ambos en el tramo final.

De hecho, su recta final, con cómo no, los clásicos giros y conspiraciones, deja los mejores momentos como thriller, junto a la preparación del robo pero también resulta algo precipitada con alguna escena exagerada y sin dejar tiempo a que el espectador empatice con algún momento supuestamente dramático o emotivo ni que padezca por los personajes aunque haya, aunque sea mínimo, algún tramo de tensión. En resumen: una cinta prescindible y fácilmente olvidable con elementos muy vistos, algunos mejor aprovechados que otros pero en general y pese a todo, correcta y entretenida.

El planteamiento narrativo de THE LAST DIAMOND es sumamente sencillo. Barbier juega con los arquetipos del género y con los personajes, y un desarrollo para los mismos, sin intentar innovar ni revisitar el género para hallar nuevas formas narrativas dentro del mismo. Desde el comienzo el cineasta deja claro, al introducirnos durante los títulos de crédito en el robo de la habitación de un hotel en el que no falta cierto toque de humor, que su intención última con la película es dar forma a un entretenimiento puro y duro. Los personajes, a pesar de cargar con un pasado conflictivo que apenas acaba importando, son meras figuras con las que BARBIER juega en un entramado narrativo confeccionando desde su guión con total claridad. Sin apenas vueltas de tuerca ni sorpresas innecesarias de última hora, la película no juega con el espectador, no oculta más que un par de datos pero que no alteran en absoluto su desarrollo, el cual es dinámico, con un ritmo excelente y sin apenas descanso para que el espectador pueda pensar en algo más que no sea la mera acción en pantalla.

Si otras obras de este subgénero partían del mismo para elaborar algún tipo de discurso, no es el caso de The Last Diamond. Lo bueno es que BARBIER no engaña a este respecto. Su nueva película fluye de principio a fin siguiendo a la perfección una cierta estructuración que se adecua a lo que podemos esperar de una película como THE LAST DIAMOND: un juego narrativo en el que la pericia y la inteligencia de la confección del robo ocupa una gran parte del metraje, seguido por la consecución del mismo y, por último, por un cierre a los acontecimientos en el que todos más o menos salen ganando.
Aunque THE LAST DIAMOND no vaya a aportar nada, o casi nada, al cine reciente de acción, sí logra alzarse como un elegante y digno entretenimiento que hace de su total falta de pretensiones una de sus armas más importantes.

A FAVOR: ATTAL y BEJO y el ritmo sin pausa que BARBIER imprime a la narración.

EN CONTRA: Que los personajes apenas están elaborados y acaban resultando demasiado arquetípicos.

Compartir este post
Repost0
18 octubre 2014 6 18 /10 /octubre /2014 06:08
Yo y mi chimenea

Herman Melville, sí, el genial autor de "La ballena blanca" o "Moby Dick"., publicó un pequeño opúsculo cómico titulado "Yo y mi chimenea", complementado en esta ocasión por un panfletillo en dos partes también lleno de humor "El pudin del pobre y las migajas de rico". Los ha editado Barataria ediciones en un divertido librito de poco más de cien páginas que se leen en un tris tras y dejan un sabor insólito (viniendo de quien viene) a un humor inglés de pura cepa donde la ironía y una cierta mordacidad social parecen más dignos de un Jonathan Swift (el de "Los viajes de Gulliver") o el "Tristham Sandy" del Sterne. Aunque recuerda en el estilo y la concisión irónica a otra obrita breve de Melville, muy celebrada, "Bartebly, el escribiente"

Melville crea un personaje inolvidable --o mejor dos, si contamos la chimenea- a un maduro granjero fumador de pipa, casado y con dos hijas, sometido a una dictablanda femenina, a las que debe enfrentarse para preservar su estilo de vida: reflexionar pacíficamente junto a su chimenea mientras fuma su pipa. Las damas aborrecen de la enorme chimenea (que ocupa casi la tercera parte del total de la casa) y tratan de convencer al anciano de todas las maneras y presiones posibles. Pero él se mantiene firme y termina con una declaración de principios: (yo y mi chimenea nunca nos rendiremos). Melville hace del viejo granjero y su pipa un símbolo masculino de la obstinación. no muy lejana a la del capitán Acab respecto a su odiada ballena blanca (en este caso, amada la chimenea con idéntica pasión) y algo más diferente de la de Bartleby, sus otros dos míticos tozudos. La cachazuda ironía y el amable empecinamiento del personaje admite muchas interpretaciones, Freud lo tendría muy fácil para endilgarle algunos conceptos, pero Melville nos invita con su prosa sosegada y socarrona, a una visión sarcástica del matrimonio que merece la pena observar sin juicios. Lean esta breve narración y disfruten de un escritor que sabe ser divertido y demoledor sin ser grosero o irrespetuoso.

FICHA.

YO Y MI CHIMENEA.-Herman Melville. Traducción: Adriá Edo. Ed. Barataria.-108 págs.

Compartir este post
Repost0

Présentation

  • : El blog de diariodemimochila.over-blog.es
  • : Ventana abierta al mundo de la cultura en general, de los libros en particular, mas un poco de filosofía, otra pizca de psicología y psicoanálisis, unas notas de cine o teatro y, para desengrasar, rutas senderistas y subidas montañeras.
  • Contacto

Recherche

Liens