En esta ocasión, primero vi la película. Robert Redford y Jane Fonda, los dos abueletes, aunque muy en forma, hacen un papel digno, sin llegar en ningún momento al lucimiento pero tampoco al histrionismo. Luego, más tarde, cuando leí la novela comprendí que con una historia como esa no se podía hacer ningún tipo de exageraciones. Es una novela contenida, que discurre suavemente, que se vuelve dramática con mesura, dolor con sordina, sin aspavientos. Es la historia de dos personas mayores, viudos ambos. Addie y Louis viven solos, tienen sus rutinas, amigos circunstanciales, sin demasiada intimidad con nadie. Hacen su vida apaciblemente, sujeta a ese pequeño pero permanente acontecimiento de levantarse cada mañana y disfrutar del milagro de la vida en el otoño de sus existencias. El entorno es el de una ciudad de provincias en el profundo sur norteamericano, conservador, puritano y en algunos momentos chismoso y retrógrado.
Es Addie quien da el primer paso. Con ese sentido común femenino que supera los obstáculos más recalcitrantes, aparece una noche en la puerta de la casa de Louis, un viejo conocido, y le propone que duerman juntos, sin connotaciones sexuales, simplemente por el placer de sentir al lado de alguien en las noches, cuando la soledad se hace más acre e incómoda. Los dos ancianos están de muy buen ver, son inteligentes y discretos. La carencia afectiva es evidente en ambos, tienen hijos mayores y arrastran los pequeños -o grandes y larvados- problemas en la relación con sus hijos, que suelen aparecer en las familias.
Pero, claro, están viviendo en un pueblo donde todos se conocen y muchos no tienen mejor cosa que hacer que estar pendientes de lo que hacen o no hacen los demás. Naturalmente las idas y venidas de Louis no pasan inadvertidas y comienzan los chismorreos, hasta que estos llegan a los oidos de los hijos de ambos. Mientras la hija de Louis entiende todo e incluso hace migas con Addie, el hijo de Addie se niega a aceptar esa relación, por motivos "morales" que incluye el "mal ejemplo" que los dos ancianos dan a su propio hijo, el nieto de Addie (prescindiendo del hecho de que el niño está más a gusto con los dos abuelos que con su propio padre , arrasado y desequilibrado por su matrimonio roto).
En fin, no les cuento más. La hipocresía puritana del pequeño pueblo, pero sobre todo la cerrazón igualmente hipócrita del hijo de Addie, son elementos contra los que es difícil luchar. La novela es ágil, irónica y llena de amabilidad humana. Se publicó póstumamente ya que Kent Haruf murió de un ataque cardíaco. Es una novela triste y deliciosa que deja pensativo al lector después de leerla de un tirón. Los diálogos son vivos y al mismo tiempo te envuelven con su precisión y falta de adornos, escuetos, sencillos y directos. Ya el inicio es prometedor, cuando Addie le dice a Louis: "Me preguntaba si querrías venir alguna vez a casa a dormir conmigo". Él se queda asombrado y pensativo. "No dices nada. ¿Te he dejado sin respiración", dice ella. "No estoy hablando de sexo...yo hablo de acostarse calentitos, acompañados...las noches son lo peor, ¿no crees?".
Lineas cortas, repletas de diálogos breves pero intensos, pocas descripciones, leves apuntes sobre los demás personajes de la novela, centrada constantemente en la pareja que busca la perfección y belleza de una relación desinteresada en la que también aparece el sexo pero más como ternura inteligente que como pasión. Breve como el paso de una estrella fugaz, pero con una belleza narrativa basada en los buenos sentimientos, el respeto y un cariño que nace de la comprensión. Poco más de cien páginas que se leen como bebiéndolas de un trago dulce, picante y un fondo amargo pero lúcido.
Kent Haruf ha escrito otras cinco novelas sobre pueblos pequeños y gentes de la región de Colorado, donde nació. Recibió varios premios y galardones y en febrero de 2014, se le diagnosticó una grave enfermedad terminal con escasas posibilidades de supervivencia. Dedicó sus últimas fuerzas a escribir esta novela. Poco después de corregir las últimas pruebas, falleció. Tenía 71 años.
Nosotros en la noche.-Kent Haruf.-Random House Editorial.-Traducción de Cruz Rodríguez Juiz.-130 Páginas.-16,90 €.- ISBN 9788439731856