El Pic de la Serrera es la quinta cima andorrana que supera los 2900m. No llega a los tres mil pero le faltan menos de 80 m y tiene un paisaje dramático de cumbres azuladas y un perfil triangular orgulloso aunque nada difícil de conquistar desde la Collada dels Meners (vertiente sur). Desde ese punto a caballo entre dos profundos valles pirenaicos, con los picos franceses limitándolos por uno de los lados, en unos 40 minutos se sube tranquilamente una ladera empinada pero no en exceso, abierta a todos los vientos y con unos panoramas montañeros, mires a donde mires, de una belleza singular. Con sus troncos de protección y las negras paredes de lajas pizarrosas, que lo limitan, cada vez que subo al Coll del Meners recuerdo ese punto mítico que en la famosa película de Frank Capra, "Horizontes lejanos", separaba un inhóspito y peligroso Himalaya del paraíso oculto de Sangri-La.
Pero para llegar a la collada dels Meners hay que escoger entre el final de la carretera de la Coma de Ransol o salir del otro lado, por Sorteny (los más decididos pueden unir esos dos puntos en un recorrido directo si tienen vehículos de apoyo). Nosotros escogemos el valle de Ransol y salimos del parking y picnic que hay al final de la carretera del valle, donde unos postes indican el camino.
Este sube, entre muros de piedra seca, por una pendiente suave acompañando siempre a la derecha el estrecho caudal del rio del Meners. Avanzamos entre dos canales con contrafuertes rocosos de gran altitud. Una vez superados estos, sin dejar el rio, que va formando cascadas pequeñas pero caudalosas, llegamos a una extensa meseta de hierba, pasamos por la fuente del Clot de la LLosa y cruzamos el rio por un puente de madera, para inciar una pronunciada subida que supera el canal del rio. Más o menos a una hora de la salida nos encontramos con el primer lago, el estany de Ransol.
Junto a las frias aguas esmeraldas encontramos las señales del sendero GRP (que da una vuelta completa a Andorra) que proviene del refugio de Jan. Seguimos por la derecha el borde del lago, dejando detrás nuestro el inmenso collado de piedra desmenuzada, gris y pelada, con la cresta del Cap de la Serrera.
El camino ataca una subida bastante inclinada y mantenida, y serpentea por una vaguada por la que vamos ganando altura con un suelo pedregoso y teniendo como objetivo una redondeada cumbre,que nos servirá de antesala al Pico. Cuando llegamos allí, en un lugar azotado por los vientos, pedregoso e inhóspito, con el perfil dramático del roquedal del Pic de la Coma de Senyac, comienza un ascenso final en lazadas, muy empinado también, a cuyo final vemos el Collado del Meners, con sus palos caracteristicos.
En el collado, el panorama te deja sin aliento. Estamos frente al Pic de la Cabaneta y a los dos lados del coll, los dos valles a vista de pájaro, el de Ransol y el de Sorteny, en los que dominan la linea de cumbres de la Cabaneta y el Estanyo y por el otro lado el de la Serrera, el dels Meners, el del Estany Mort y el Mil Menut, y el valle occitano de Senyac.. Dejo a mi mujer en la pequeña cabaña de la falda del Collado, con el Estany del Meners de la Coma en el fondo del valle, y atrevesando oblicuamente la ladera hacia la mole del Pic de la Serra, comienzo la última ascensión por una pendiente dura, que me llevará en unos 40 m a la cumbre.
Hay una cresta fronteriza rocosa antes de pisar la cima, que es accidentada y sin superficies planas, un conglomerado de roca azotada por los vientos, con un palo con pañuelos tibetanos enrollados, en el punto más alto.
El panorama es extenso hacia los cuatro puntos cardinales, excepto hacia el Sur en el que el Pico de L' Estanyo rompe la visión de su vertiente. (Cuando se sube al Estanyo ocurre lo mismo con la Serrera, claro está). De todas formas podemos admirar la silueta del Comapedrosa e incluso si hace buen dia. la Pica d'Estats o al fondo, el macizo aragonés de la Maladeta.
Hay que calcular de 6 a 7 horas en ida y vuelta, en una excursión marcada por la presencia cantarina del agua del rio Meners y la paz y el silencio de los dos lagos pirenaicos o la magnificencia de las cumbres rocosas a cuyos pies va serpenteando el camino, señalizado con manchas amarillas.
MINAS DE HIERRO
En los siglos XVII y XVIII había una industria de hierro en Andorra, con más de 10 fraguas. No sólo en Ransol, sino la del Querol, la Maiana y la de Os. La Collada dels Meners era un punto de extracción importante hasta el siglo XIX. Hay galerías excavadas por la zona pero su mal stado de conversación impide su visita, Solo en Llorts quedan unas galerias que pueden visitarse, en las que los mineros y los arrieros trabajaban solo tres meses al año, en verano, dada la dureza del clima en otras épocas. La labor del hombre ha quedada grabada en el paisaje. Entre el Estany dels Meners de la Coma y los Clots de la Serrera, se percibe claramente la aspereza del paisaje debido al material de hierro que lo compone, oligisto, limonita y vetas de mineral entre los esquistos. El material era transportado en mulos hasta el valle de Ordino.
NO SE PIERDA
Visita el barrio antiguo de Canillo, una población muy turistica enclavada cerca del valle de Ransol, donde aun se conserva una iglesia de planta románica y un antiguo molino harinero. Los aficionados al patinaje tienen un Palacio del Hielo magnifico en la localidad y es posible hacer una facil ruta familiar que une este pueblo con el Tarter y Ransol. El camino transcurre por bosque (ojo al daño que está ocasionando el hongo de los pinos) y se hace comodamente en hora y media, pudiendo regresar en bus.
DOCUMENTACION
Por supuesto la Guia Alpina de Andorra (Excursiones, Travesias y Ascensiones), la de Los Lagos de Andorra de la misma editorial, el mapa-guía de escala 1:40.000 y especificamente los folletos senderistas de la parroquia de Canillo y la colección de Caminos andorranos que ha editado al Govern del país. Excepto estos dos ultimos, el resto es facilmente encontrable en librerías especializadas y, desde luego, en la Librería Serret de Vallderrobres, para los caminantes del Matarraña y el Bajo Aragón .
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