Ustedes me perdonarán, pero el Sherlock que nos ofrece el exmarido de Madonna, el impar Ritchie, es otra cosa. Tiene el "aroma" de Holmes y Watson, el inconfundible sabor y olor de los geniales personajes inventado por sir Arthur Conan Doyle, pero no "son él". Es un "divertimento", algo que no nos apasiona pero vamos a ver sin reticencias, sabiendo que vamos a pasar un buen rato, que nos van a emocionar con el endiablado dinamismo de "viodeoclip" de peleas --un hallazgo la "previa" a los golpes imaginada por Sherlock a cámara lenta, para luego reproducirse a toda velocidad-- la recreación por ordenador del Londres de la época, los latiguillos, trajes, pipas, vicios y virtudes de los magnificos personajes a los que le dan simpatía el rostro de Robert Downey Jr, habitualmente alucinado e hipnótico, y de un Jude Law, doctor Watson, joven y guaperas (bastante alejado del fisico habitual del buen doctor, descrito por Conan Doyle).
Simplemente si echan una mirada a la miniserie de la BBC, "Sherlock", tres capitulos, que dan en alguna emisora de tv. ambientada en nuestros dias, dirigida por Steven Moffat, con un Watson (Martin Freeman) recuperándose de la intervención británica en la guerra de Iraq y un prepotente y altivo Sherlock (Benedict Cumberbatch, curiosamente también en un importante papel de "El topo") experto en móviles y ordenadores, captarán más la fuerza implícita en esos personajes literarios. Y no sólo aquí, también en la otra serie de hace unos años, tambien inglesa, of course, "Las aventuras de Sherlock Holmes" que pueden hallar en dvd en cualesquiera de los grandes almacenes, tal vez una de las mas fieles con las novelas de Conan D. con un maravilloso Jeremy Brett, --junto con los clásicos de los 40 y 60, Basil Rathbone y Peter Cushing--, los tres mejores Sherlock del cine hasta el momento.
Incluso el Robert Stephens en su ambiguo y delicioso papel de "La vida privada de Sherlock Holmes", (1970) la genial pelicula de Billy Wilder, lograba sernos más reconocible en ese reflejo intimo que cada uno se hace de sus héroes literarios.
Pero déjenme darle otro dato. En 1975 Nicholas Meyer publicó una novela excelente llamada "The seven per cent solution" que Herbert Ross llevó al cine con el título "Elemental Dr. Freud", donde se encontraba Holmes con Freud. Lo mismo que en "Asesinato por decreto" se encontrará con el Destripador Jack, con Christopher Plummer como Holmes y un James Mason que creó en mejor Watson de todos los tiempos. Un repaso a estas peliculas citadas les permitirá comprender los "`peros" de este humilde crítico.
Pero volvamos a "Juego de sombras", el Sherlock Dos que ha perpretado con una eficacia semejante a la primera (2010) Guy Ritchie, con la esperanza de emular o superar el exito obtenido (tanto es asi que ya está preparando la tercera parte). Asistimos aqui a un ambiente europeo envenenado por la politica, que presagia los horrores de la primera guerra mundial. ¿Y quien está detrás de esos malignos preparativos bélicos? Pues nada menos que el profesor Moriarty (el archigenio del mal) interpretado por el hijo de aquel duro actor que fue Richard Harris,¿recuerdan "El hombre llamado caballo"?), Jared Harris, con una economia de gestos y una frialdad irónica y amenazante que es de lo mejor de la pelicula. Le vieron como capitan de barco, amigo de Benjamin Button, en la pelicula "El curioso caso de Benjamin Button".
Y a partir de ahí, trepidante acción, efectos especiales, explosiones, la muerte inesperada de Irine Adler ( la hermosa e irónica Rachel Mc Adams) asesinada por Moriarty a los diez minutos de empezar la cinta, y nuestros incombustibles y dinámicos Holmes y Watson cada vez más enloquecidos y llenos de humor. Con un cubilete de palomitas y un refresco al lado, tarde gloriosa. Una tarde un poco larga, supera las dos horas y uno acaba un pcoo cansado a pesar de los brotes de ingenio, las chispas de risa y la inteligencia irónica de algunos --pocos-- diálogos.
Hans Zimmer sigue orquestando la banda sonora, pegadiza y a veces machacante, muy a tono con el montaje disparatado y lisérgico, como cumple a un Sherlock que se pasa la mitad de la peñicula con cara, gesto y mirada de estar bastante colocado...de lo que sea.
A anotar las presencias de Noomi Rapace --la chica que enciende Millenium-- y el genial y orondo Stephen Fry que cada dia se parece más a Oscar Wilde, dando vida al hermano mas listo de S.H., Mycroftt. Lastima que a la primera no le dejen decir mas de dos frases en el guion y al otro le den un papel humoristico que no desentona con la pelicula pero si con su personaje literario.
Como de costumbre en las peliculas de Richtie, el diseño de producción es sencillamente excelente y queda ampliamente justificada su nueva aplicación dado que la primera entrega recaudó más de 500 millones de dolares en todo el mundo. La catarata de Reichenbach en Suiza han sido recreadas por ordenador y son un excelente escenario para la celebre lucha a muerte entre Sherlock y el profesor Moriarty, aunque la realizacion acoge escenarios de Londres y Paris dando a la cinta momentos tan espectaculares como el largo trayecto en tren por Europa en el que los dos amigos son objeto de un ataque hasta con ametralladoras y que recuerda un poco a "Desde Rusia con amor" del 007 Sean Connery.
Pelicula notable pues para todos los públicos, con algunos chistes subiditos de tono y una estética de comic cinematográfico. Los fanáticos del Canon sherlockiano, abstenerse.
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