LOGOI 275
“NI, NI”; NI, LOMLOE
Parece un acertijo o una broma. Y no es ni lo uno, ni lo otro. Hablamos de una epidemia educacional. Se trata del fenómeno juvenil “ni, ni”, es decir el preocupante porcentaje de jóvenes que NI estudian, NI trabajan. Fenómeno imputable a varios factores: bajo nivel cultural social, despreocupación de las familias, defectuoso sistema educativo y la confusión que se extiende cuando la libertad y el respeto se convierten en libertinaje, cómoda vagancia e indisciplina.
Y sumemos al “ni, ni” la LOMLOE, octava –sí, leen ustedes bien- reforma del sistema educativo de nuestra singular “democracia”, tras el franquismo. Veamos: Fin de las calificaciones numéricas. De ahí al “aprobado general político” sólo hay un paso cualitativo. Los méritos escolares, esfuerzo, sana competencia, disciplina, educación, respeto, no cuentan en el currículo. Hay que igualar al alumnado por lo bajo, no vayan a acomplejarse los que no llegan, porque no quieren o porque no pueden. ¿No están actuando con excesiva “alegría” la ministra Alegría y su Gobierno? ¿Han consultado a los profesores o sólo a sus asesores bien pagados? ¿Se está haciendo caso de las exigencias del profesorado en rebajar las ratios de alumnos por clase y disminuir de forma razonable la carga lectiva, con más profesores? ¿Se está aplicando la digitalización escolar con criterios prudentes? ¿Se tienen en cuenta los últimos datos sobre los efectos perniciosos del uso excesivo de móviles y tablets? ¿El próximo programa “Código Escuela” de Sánchez tiene en cuenta esos factores? ¿Por qué la FP sigue siendo la cenicienta educativa? Miren: 2,4 millones para la FP de grado medio, 30, 5 m. para FP superior, 50,6 millones para educación infantil en centros privados, 43,4 millones para bachillerato privado, 46,2 millones a 17 colegios privados…Y esto con un Gobierno socialista.
Por otra parte la brecha social y económica sigue incidiendo negativamente en las estadísticas de educación, así como en el abandono educativo temprano, AET, que hace de España la líder en Europa de porcentaje de abandono entre los alumnos (sobre todo varones, un 60% más que mujeres).
Se trata de otra crisis que debería preocuparnos: la de la educación. Estamos cayendo en errores que, como decía Martha Nussbaum, muestran que apoyamos una educación al servicio - y condicionada - por la renta. Y no por la democracia, la igualdad y la solidaridad. Otro punto en el que deberíamos aprender de Portugal.
ALBERTO DÍAZ RUEDA