Con 46 años, exiliado en París y en la pobreza, murió en 1900 uno de los más grandes autores teatrales, escritor y poeta que ha producido Inglaterra, Oscar Wilde. Tras haber pasado dos años encerrado en una prisión, bajo trabajos forzados, acusado de "indecencia grave" y homosexualidad, el autor de obras como "El retrato de Dorian Gray" o "La importancia de llamarse Ernesto" o "El abanico de lady Windermere.", "El crimen de Lord Arturo Savile", "Salome", "Una mujer sin importancia", "Un marido ideal", se rindió y tras escribir "De profundis" en la cárcel (publicada tras su muerte) y la "Balada de la cárcel de Reading" donde narra su desesperada soledad en la prisión, entró en la posteridad literaria donde, años más tarde, recibiría el reconocimiento unánime a su genio dramático, una vez se relativizó el hipócrita escándalo de la sociedad inglesa en la que vivió, sujeta a la doble moral victoriana.
Un prólogo sustancioso de Luis Antonio de Villena, nos acerca a la figura de este escritor que era la encarnación perfecta del dandismo. Villena habla de la mezcla de "paradoja y elegancia" que constituyeron las bases sobre las que pivotaba la chispeante e inteligente presencia de este Wilde. La presente obra "Oscariana", es una recopilación de aforismos, el género que cultivó en su obra y en su vida (del que nuestro Gómez de la Serna fue un brillante, aunque más modesto, continuador). que quizás mejor descolló su talento.
"Oscariana" se publicó en vida de su autor y fue él mismo quien hizo la selección.Hermida Editores publica esta obra respetando el título original de la primera edición de sus aforismos. El tomo salió a la venta en 1895 y no tardó el olvidarse lastrado por los vergonzantes juicio a los que fue sometido su autor, aunque dos recopilaciones fueron publicadas en revistas con los títulos de : Frases y filosofías para uso de los jóvenes y Algunas máximas para la enseñanza de los individuos educados en exceso.
Ofrezco un florilegio de algunas citas para que vayan haciendo boca:
-Las mujeres están para amarlas, no para comprenderlas.- El egoísmo no es vivir como uno desea vivir, es pedir a los demás que vivan como un quiere: y la generosidad es dejar que los demás vivan como quieran, sin interferir en su vida.--Las tragedias ajenas siempre tienen algo de infinitamente mediocre.-En este mundo, las personas felices tienen su valor, pero sólo por contraste: hacen destacar la belleza y la fascinación de los desgraciados.-En este mundo hay sólo dos tragedias. Una es no conseguir lo que uno quiere; otra es conseguirlo. Esta última es mucho peor, es una verdadera tragedia.-Experiencia es el nombre que todo el mundo da a sus errores.- Estar en alerta es vivir; el adormecimiento de la certeza es la muerte.-El cinismo es solo el arte de ver las cosas como son en lugar de verlas como deberían ser.- Vivir es lo más raro del mundo. La mayoría de la gente se limita a existir.- ¡Cuántas tonterías se dicen sobre los matrimonios felices! Un hombre puede ser feliz con cualquier mujer... siempre que no la ame.- Me pregunto quién definió al hombre como un animal racional. Es la definición más prematura que se ha dado nunca. El hombre es muchas cosas, pero en ningún caso racional.- La opinión pública sólo existe donde no hay ideas.
FICHA
OSCARIANA.- Oscar Wilde.-Trad. Carmen Francí.- Hermida Editores.- 86 págs. ISBN: 9788494176777