Este libro es una pura delicia humorística con la que se disfraza una ironía bastante salvaje e irreverente y se nos demuestra que Evelyn Waugh estaba en posesión de tres características esenciales para ser un gran humorista y salvarse de que lo lincharan muchos de sus lectores: era un inglés conservador y reaccionario hasta la médula y hacía gala de ello, aunque conocía los defectos abrumadores de las clases altas y los sabía dibujar como nadie en sus sátiras de guante blanco. Tenía la saludable costumbre de reírse de todo, empezando deportivamente por sí mismo. Gozaba de una inteligencia socarrona y fértil, aunque se lo hacía perdonar haciendo un uso moderado de ella y para terminar, era un observador guasón e irónico al que le gustaba la buena vida, los viajes pagados, beber cualquier cosa con la suficiente graduación y comer a dos carrillos.
Para empezar este libro uno tiene que conocer que su mismo título ya es una muestra de humor auto irónico de la mejor clase. Llamó a su primer libro de viajes "Etiquetas" porque, según dijo, los lugares que visitó ya estaban «completamente etiquetados» en las mentes de todo el mundo. Se trata de un crucero por el Mediterráneo, que le lleva de Europa a Oriente Próximo y el norte de África. Aunque no ahorra pólvora en sus disparos contra todo tipo de especímenes originarios de los lugares architurísticos (entonces, tercera década del siglo XX, también), desde los obsequiosos egipcios, a los mercachifles marroquíes o a los habituales estafadores de poca monta en Italia, Grecia o Turquía, lo auténticamente desternillante es su descripción de las actitudes del sufrido y vagamente indiferente e inalterable turista british, es decir él mismo y sus amigos (tan alejado de los actuales y masificados turistas ingleses, desde los descerebrados hooligans hasta los vagamente psicóticos "despedidores de solterías " desmadrados bebedores de alcohol y sexo desinhibido).
Evelyn Waugh (Londres, 1903-Taunton, Somersetshire, 1966) dejó escritas dieciséis novelas y numerosos cuentos. en los que se desvinculaba con humor y sarcasmo de la novela decimonónica, usando la ironía y la crítica de costumbres como temática estilística. Títulos como "Merienda de negros" (1932), "Un puñado de polvo" (1934), "Izad más banderas" (1942), "Scoop" o la aclamada, gracias al cine y la tv, "Retorno a Brideshead", le convirtieron en un autor célebre (cosa que él llevaba con gran complacencia y un fino sarcasmo). Después del éxito de "Etiquetas" como libro de viajes, lo cual era en sentido estricto, lo cierto es que a nadie se le debería ocurrir usar sus libros como guías personales para visitar esos países, publicó "Remote people" (1931), Ninenty two Days" y "Waugh in Abyssinia". Y algo así se puede decir respeto a los tres temas que solía acometer en sus libros: la aristocracia, la vida diplomática y la militar.
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