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Comedia francesa con el inevitable Fabrice Luchini con su gesto habitual de avinagramiento producido por el exceso de dientes para una boca pequeña, esta vez sujeto-objeto de una obsesión literaria y una cierta dificultad relacional y sentimental. Ser un forofo de "Madame Bovary" y tener una hermosa y sensual vecina llamada Gemma Bovery, puede excitar la imaginación de cualquiera y más si es un panadero de exquisiteces reciclado. Comedia algo desmadrada que coquetea con el drama y acaba enfangada en él y dejando entrar a la tragedia, se contempla con agrado, inquietud y diversión.
Siempre me pregunto por las mentes brillantes que titulan en español las películas extranjeras acumulando arbitrariedades. Esta "Primavera en Normandía" es una de ellas. El trágico personaje creado por Flaubert a finales del siglo XIX , justamente ambientándo la novela en la zona donde se rueda la película, rebasa sin duda las convencionales fronteras que separa a la comedia de costumbres del drama amoroso o la tragedia. La mirada crítica a la burguesía rural francesa es uno de los aciertos de la película de Anne Fontaine, que saca buen partido de la campiña francesa, las pequeñas villas o la gastronomía local, más que a la pomposidad trivial de la vida de la clase acomodada huida de París para ejercer señorío impostado en provincias., La protagonista femenina, Gemma Arterton, sensual y bella como la heroína de Flaubert es uno de los valores de l filme. El resto de intérpretes también hace un buen trabajo. Especialmente atinado es el reflejo del sensual mundo de sabores y olores que impregna la película. Está basada en la novela gráfica de Posy Simmonds. Agradable conexión cine-literatura por partida doble, bien atendida y llena de referencias tratadas con respeto y buen gusto.
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