Siempre me ha cautivado el ballet clásico. El paradigma popular de esa danza es para mí "El lago de los cisnes" de Piotr Txaikovski, que fue estrenado en el Bolshoi de Moscú en 1877. La actual revisión que se puede disfrutar en el Liceo es la del bailarín Angel Corella, bastante clásica a su vez. Como detalle de interés añadido, en el papel de Odette y de Odile, cisne blanco, cisne negro, la americana Sarah Lane, que dobló a Nathalie Portman en esa magnífica y algo tramposilla película que fue "Cisne negro" y levantó cierta polémica interesadamente orquestada por los encargados de promocionar la película. Sarah Lane reivindicaba el esfuerzo y dedicación que debe aplicar cualquier bailarín de ballet clásico para ejercer su profesión con lo que, sin minimizar los méritos de la Portman, aseguraba que para bailar de verdad como una profesional del ballet no eran suficientes ni uno (tiempo dedicado por la actriz para preparar su papel) ni diez años de entrenamiento. Sus palabras fueron sacadas de contexto y se presentaron como una reivindicación algo indigna e inoportuna de la bailarina contra la actriz.
Al margen de todo eso, ya escribiré otro día sobre la magnífica función liceísta, sólo dejar constancia de la perfección técnica de los bailarines de Corella, de él mismo y de su invitada. Un espectáculo que enriquece el alma. Bel.lo, bel.lísimo!!!
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