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Nuevamente el cine va de saqueo descarado por la literatura juvenil en su apartado de sagas legendarias, un filón desde Harry Potter, reverdecido por los "Crepusculo" o "Los Juegos del Hambre" entre otras. Una sensación de "dejà vu" le asalta al espectador desde las primeras secuencias. Escenas que parecen arrancadas de "El señor de los anillos" o de "Eragorn" o "Las crónicas de Spiderwick". Ya sabemos que unas sagas se quedan en una sola película o a lo sumo en dos y otras aguantan hasta el final como la de HP. El descaro de guionistas y directores llega a tratar de apuntalar el saguismo con finales abiertos, pero muchas veces, grcaias a Dios, no sirve de nada. Aunque es entretenida, no aporta absolutamente nada al género, a pesar de abonarla con intérpretes conocidos y algunos notables, como la gran Julianne Moore , (aquí un poco ridícula, a pesar de ella, tan lejos de "Still Alice" que tal vez le logre un Oscar merecidisimo) o el resultón Jeff Bridges que merecía él solo los parabienes al mejor del elenco, incluidos Ben Barnes, el héroe protagonista y su heroina.

Buenos efectos especiales, diálogos nada estúpidos y un sentido de la accion excelente. Se pasa un buen rato y en cuanto sales del cine, olvido total. Eso sí, la música se te queda en la memoria como algo muy interesante (Marco Beltrani)