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Hermosa película que recuerda la poesía necrológica y el humor de ultratumba de "Pesadilla antes de Navidad", pero realizada en la sorprendente técnica de animación de Stop Motion, con muñecos de plastilina y unos deliciosos fondos creados con minuciosidad de orfebres. Henry Selick es el responsable de esta notable adaptación basada en la novela de Neil Gaiman prponiendo una estética y una fórmula cinematográfica magníficas. Coraline no es una película para mentes infantiles, tiene un fondo oscuro y crítico como eran en verdad los clásicos llamados "cuentos infantiles" en los que las burjas realmente dañaban a los niños y los ogros se los comían y los padres enviaban a sus hijos al bosque para que murieran ya que no podían alimentarlos. Era el precio que demandaba la educación de los niños para la vida que les esperaba al crecer y el el pincipio negatiivo del que sólo se seguía la alternativa vital: o te rendías y perecías o luchabas y triunfabas y vivías. Era el rito de paso, siempre duro a veces sangriento, de la niñez a la madurez. Los hermanos Grimm o Andersen o Perrault nos hablaron de esto en sus cuentos imperecederos.Por eso el segmento de público al que va destinada empieza más por el adolescente casi joven y el mundo adulto y se debería descartar a los niños propiamente dichos, a los que desconcertarían ciertas cuestiones planteadas en la película
Es excelente el diseño artístico, con esa contraposición entre el mundo real, sin color, lineal y no imaginativo y el colorrido y surrealista mundo de los sueños de Coraline. Una especie de mundo tras el espejo y un viaje de Alicia a través de las pesadillas que en este caso se presentan como sueño de deseos y termina monstrando su auténtica faz herrible y devoradora.
Como aquellos cuentos, "Coraline" encierra una profunda lección de moralidad, nos habla de aceptación de lo real y de busqueda de la felicidad. Deudora de la parábola de Hansel y Gretel o del paraíso que descubre Pinocho, un mundo de color y diversión que esconde lo siniestro y la brutalidad, "Coraline" nos lleva en un medidísimo climax hasta un final lógico y esperanzador. película para meditar y para gozar..
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