Película de animación bastante flojita con director coreano (que sale al final de la peli en los créditos convertido en un dibujo más mientras baila y es más divertido que la mitad de la película) que trata de emular otros éxitos del género con poca fortuna. Los personajes no acaban de atraer y a pesar de que, cosa rara, respeta la dicotomía bueno-malo que anida en todo corazón humano o similar, ya que hablamos de una ardilla, la cosa tras muchos saltos, piruetas y enfrentamientos deja más bien fríos (bien lejos de aquella maravilla canadiense que fue la película que comentamos sobre las hormigas). Los animalitos que viven en un parque urbano y se enfrentan al hambre del invierno que entra, dirigidos por un mapache, no logran conmover al espectador y seguramente aburrirá a los niños (salvo a los mas pequeñuelos a los que es fácil encantarlos con piruetas, grititos y llamamiento al amor y a la amistad). Una trama parecido a la de "Vecinos invasores" de la DreamWorks, pero a años luz del ingenio y la gracia de ésta. Quizá el único hallazgo de la cinta sea el personaje de la perra. Esa tiene enjundia. No os la perdáis si no os queda más remedio que ver la película.
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